Balance.

Hoy, como manda la tradición, debería todo el mundo habitante de este planeta hacer balance de este año, lo que perdió, ganó, disfrutó...
Yo ni siquiera haré eso, ya que siento que el 2O1O se convirtió en un año fantasma, de aquellos que no existen, que no han merecido la pena, en blanco.
Y bien, si el año empezó mal, no iba a terminar de otra forma, sino peor.
Lo único bueno que puedo sacar de toda esta pérdida de tiempo puede ser, sin duda, haber conocido a alguien que ha pasado a ser algo así como uno de los pilares que sujetan mi mundo, mi vida, y su nombre, el de mi mejor amiga, es Paula, Paula Rey.
A ella quiero agradecerle todo lo que ha hecho por mi, todas las risas compartidas; gracias por haber estado ahí en los malos momentos que es, sin duda, lo que luego al final más cuenta. No me quiero repetir mucho porque después de dedicarle tantos tablones, de enviarle cartas y todos aquellos pequeños detalles que nunca pasan desapercibidos, ya no sé qué más decir de ella, sino que es única, especial a su manera.
Y sí, he de reconocer que perdí mucha mucha gente por este largo camino, recorrido durante 12 interminables meses; espero recuperar a aquellas personas que de verdad merecen la pena y a ti, ya te diré lo que pienso cualquier otro día, pero hoy, no es el momento preciso.
He de dar las gracias también a aquellos que han pasado a pies juntillas junto a mi vida, aquellos que me regalaron momentos de felicidad, efímeros, como cualquiera de las cosas de este mundo.
Sin duda decir que espero que el año que viene, el balance sea un poco mejor, que espero con los brazos abiertos a nuevos amigos, nuevas experiencias, nuevas sonrisas y sobre todo, nuevas alegrías.
Y a ti, mi mitad sostenida... Espero que sepas que no hace falta decir nada, puesto que todo lo que quiero decirte está contenido en más de 8O poemas... Y los que aún me quedan... Te quiero mucho feo, aunque esto sea complicado, te quiero, sobre todas las cosas, no lo olvides nunca.
A todos vosotros os deseo salud, felicidad, amor, amistad, paz... Y que todos vuestros deseos para este año que hoy noche aterriza pisando el terreno un tanto temeroso se cumplan, sin duda, entre risas y sonrisas.